Siempre tiene que pasar. Algún
día tiene que salir algo o alguien considerado como lo peor de su
especie. En el cine es Epic Movie si vamos más o menos al día o bien
Plan 9 from Outer Space (del inefable Ed Wood) si somos unos clásicos.
En el cómic americano es Rob Liefeld o Fletcher Hanks. En el manga puede
ser Masayuki Taguchi desde que Hideo Azuma demostró que su talento era
real en Diario de una Desaparición... Y en el mundo del videojuego es y
de momento será la RCA Studio II.
No, no es un teléfono sin auricular. Es una consola, gente!
Como señalábamos en el capítulo
anterior, tres compañías se disputaban el hacer la primera consola con
cartuchos programables. Fairchild fue la que se llevó el gato al agua,
Atari decidió sabiamente darse un corto periodo extra de tiempo para
perfeccionar la suya… Y RCA (que tuvo la oportunidad de tener la Odyssey
entre sus productos), poderosa y mundialmente conocida compañía
multimedia, metió la pata. Parece ser que la sacaron deprisa y corriendo
para hacerle la competencia a la Channel F, pero el desgobierno
presente en la realización del aparato provocó un error fatal:
desarrollada para ser en color, las prisas por ponerla en el mercado o
por que RCA quisiera abaratar costes, se le puso a la máquina una
salida de vídeo en blanco y negro (¡!). Fue tal el desgobierno por ahí
que algunos programadores desarrollaron juegos en color inútilmente. La
incompetencia de RCA en este aspecto quedó revelada cuando se sacaron
sendos clones japoneses (Toshiba Visicom) y británicos REALMENTE bien
realizados mostraron al público la evidencia: los clones sí que tenían
salida de vídeo en color y se veían mucho más modernos y decentes. Y si queréis ver la diferencia a nivel de juego, comparad los
diseños del Studio II (sin mandos) y del Visicom (con joystick).
A parte, no usaba mandos. Los
controles – que crearon escuela – eran paneles numéricos, y los
jugadores tenían que ponerse uno pegado al otro como en un Pong, solo
que con la incomodidad de tener que ir pulsando teclas. Eso sí,
permitieron una novedad: movimiento en 16 direcciones, cosa que ahora es
imprescindible en cualquier consola actual, pero que entonces era una
función bastante inútil.
Lo que sí tenía de bueno la
Studio es que te ahorraba el encenderla: no tenía interruptor. Era
conectar el cable, poner el interruptor en “RF” y listos.
Por lo que respecta al sonido, la máquina emitía pitidos. Listos.
Este es un cartucho de la
Studio con su cajita correspondiente. Se acoplaban muy bien a la
máquina, hasta el punto de que ésta se podía agarrar sin problema por el
cartucho. Lo que hay dentro de él es una aberración videojueguil. De
hecho, no creo que mucha gente los comprara: la consola traía la
friolera de 5 juegos en memoria. La consola costaba 150 $ y los juegos
entre 15 y 20 pavos.
Como es lógico fue un fracaso
estrepitoso: Tras sacar solo 10 juegos y con el nacimiento de la Atari
VCS, la Studio II fue olvidada por los fabricantes al cabo de menos de
un año. Los clones antes mentados salieron años más tarde, como
alternativa barata a la Colecovision o la Vectrex en Europa, o a la
Epoch Super Casette Vision en Japón.
La consola no llegó a España, y solo algunos coleccionistas la poseen.
La consola no llegó a España, y solo algunos coleccionistas la poseen.
Hablemos ahora de juegos. Son 10
y 3 más hechos en el 2003 por un aficionado. Con solo ver uno, notareis
cómo de atrasado estaba este sistema incluso para su época.
Este consiste simplemente en tirar misiles a los asteroides. Un rollo
Ahora os pido un poco de imaginación y que visualicéis la clásica serie de la Hanna-Barbera "Los autos locos" Pierre Nodoyuna es el cuadro negro...
- Cogge, Patán, cette malditó Pedgó Belló ya se nos ha puesto delànte. Oh-là-là, se la dio contga el bogdilló. Coggamos, Patán, que hoy ganamós. Peggo qué le pasa a cette autó. Tiene la digección atascada. Ahogga, ahogga va très bien. Patán, que nos lo llevamós sin haceg tgampàs. Ostia, la oveja. ¡CRASH! También nos la hemos dadó cob el bogdilló, Que nos han adelantado los Hegmanos Macanà. ¡Peggo di algo, Patán!
- Hhhhhhhhnhhhhhhhhhnjjjjjjjjjjnnnnnnhhhhhhhh...
- ... Egges un peggó estúpido, Patán.
Era la única manera de darle algo de vida a este juego llamado Speedway
Para los coleccionistas esta es una de esas consolas que hacen pensar: no me gusta, pero para completar la colección…
Ahora os pido un poco de imaginación y que visualicéis la clásica serie de la Hanna-Barbera "Los autos locos" Pierre Nodoyuna es el cuadro negro...
- Cogge, Patán, cette malditó Pedgó Belló ya se nos ha puesto delànte. Oh-là-là, se la dio contga el bogdilló. Coggamos, Patán, que hoy ganamós. Peggo qué le pasa a cette autó. Tiene la digección atascada. Ahogga, ahogga va très bien. Patán, que nos lo llevamós sin haceg tgampàs. Ostia, la oveja. ¡CRASH! También nos la hemos dadó cob el bogdilló, Que nos han adelantado los Hegmanos Macanà. ¡Peggo di algo, Patán!
- Hhhhhhhhnhhhhhhhhhnjjjjjjjjjjnnnnnnhhhhhhhh...
- ... Egges un peggó estúpido, Patán.
Era la única manera de darle algo de vida a este juego llamado Speedway
Para los coleccionistas esta es una de esas consolas que hacen pensar: no me gusta, pero para completar la colección…
En fin. Pasemos a otra cosa, anda.
Para hacer este artículo he usado como fuente esta web:
http://www.digitpress.com/faq/rca.txt
Este artículo de Infoconsolas cuenta la experiencia de un grupo de sufridos españolitos que probaron la consola. Es muy instructivo, está explicado de manera muy amena y tiene un par de curiosidades que quedaron en el tintero cuando redacté la primera versión del artículo en Os Frikíadas
http://www.infoconsolas.com/rca-studio-ii
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